
Tendrás que aprender a pasar página. Aprender que las personas cambian y que las relaciones también; y que igual que unos se van, otros nuevos llegan. Que no se ocupe de ti el desamparo. Que el maquillaje no apague tu risa y ríete con ganas, ríete de ti mismo, de la vida y de sus ironías. Llora cuando lo necesites y come chocolate. Sé agradecido, humilde y honrado. Sé el protagonista de tu propia historia. Lee. Viaja. Aprovecha el día. Ponte objetivos, retos y esfuérzate por conseguirlos. Deja la pereza y el lamento en casa, tú serás un guerrero como tu padre y saldrás a la calle sabiendo que lo difícil se hace y lo imposible se intenta.