Nos parece que si encontramos la solución en cuestión de segundos estamos equivocándonos, buscamos explicaciones que no tienen nada que ver cuando a primera vista acertamos en responder. Tenemos miedo a la valoración externa, a lo que piensen y me incluyo en ese grupo, dado que todo lo que estoy diciendo es basado, en parte, en mi comportamiento. Pero es entonces cuando tendríamos que pensar en que no vivimos, opinamos o reímos para los demás, para que nos alaben, sino que lo hacemos por y para nosotros.
Somos libres, es decir, paralelos unos a otros y todos juntos formamos uno. No tenemos el porque de aparentar ser nada que no somos, no debemos nada a nadie, porque estamos donde estamos por ser quienes somos. Hemos de aceptar la realidad, aceptar los pensamientos y formar los nuestros, propios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario