La vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y tener alguna cosa por la que esperar. Somos dueños de nuestro destino. Somos capitanes de nuestra alma. No vivas solo por vivir, vive para disfrutar, no te arrepientas de lo que digas o hagas y aprende a compartir para enseñar a los demás a vivir. Vive la vida a tu manera, vida solo ha una, y si no la disfrutas… ¿Para que estás aquí? ¿Para que estas en este mundo? La vida solo se puede entender mirando hacía atrás, pero solo se puede vivir mirando hacia adelante. Los momentos más felices, dejan dulces cicatrices, son marquitas de la vida. No se borran, ni se olvidan. Algunas personas están tan temerosas de morir, que nunca comienzan a vivir. No saben lo que es ser feliz, ni compartir. Si te hicieron daño, no alimentes tu dolor ni te alejes de esa persona, si quieres ser una gran persona, simplemente olvida. Todos cometemos errores. ¿Sabes cuando comienzas a tener esa madurez necesaria? Cuando te empiezas a preocupar más por los demás, que por ti mismo. La vida es como un espejo: te sonríe si la miras sonriendo. Aprende a no amar a alguien porque sea guapa, sino que es bella porque se la ama. Si aprendes a olvidar y a perdonar, encontrarás la felicidad. Sólo es feliz aquel que se quiere a sí mismo y que también sabe querer a los demás